SI PUEDES LO HACES

Urban Football - Funny bloopers R us

NO HE PODIDO RESISTIRME

PRÉS DE MOI

No te vayas, no huyas,

no te rindas.

Tal vez hoy sea yo

el que desee

que te quedes

cerca de mi.

STEVE

DESENCADENADO

Hay momentos en la vida de un hombre

en los que todo se desencadena

y enloquece

STEVE

HE SIDO TAN FELIZ CONTIGO...

Mis dedos impregnados

de amor colmado. Mis labios

abiertos , anhelantes, desesperados.

Mi cuerpo crujiendo

por tus largas caricias,

interminables, dulces.

Mis manos...

mis manos vacias,

sacudidas

por una inteligencia finita,

cobarde y rota.

Si hoy bajo la mirada, rindo mi cerebro,

es para que no me veas llorar.

STEVE

EL DOCTOR

- Vamos Fran. Soy médico. Puedes decirme las cosas claritas

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- Aquí tienes los resultados de las pruebas, Luis. Puedes verlo tu mismo - dijo mientras le alargaba una carpeta con su nombre en la etiqueta.

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- No hay duda entonces, ¿verdad Fran? Es Cáncer... ¿cuanto tiempo me queda?

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- Entre tres y seis meses. No lo hemos pillado a tiempo. No sabes cuanto lo siento Luis. Hemos repetido las pruebas dos veces, pero el resultado es el mismo...

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- No te preocupes, amigo. Esto es así... Ya sólo me queda hacer una cosa

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- ¿Estas decidido?

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- Si. Decidido. Ya sabes que siempre lo hemos hablado. No tengo valor para enfrentarme a esta enfermedad. He visto a demasiadas personas morir de Cáncer, agonizar día tras día, sin esperanza...

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- ¿No puedo hacer nada para que cambies de opinión? Es terrible. Piensa en tu mujer, tus hijos....

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- Precisamente por eso lo hago. Por Carmen y los niños. Quieres que me vean morir entre morfina y vómitos? ¿Quieres que me muera viendo su sufrimiento todos los días? No... está decidido. Cogeré mi coche, iré a la autopista y me meteré debajo del primer camión que encuentre. El resultado será el mismo, mi muerte, pero me ahorraré, les ahorraré, meses de angustia y de sufrimiento.

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Luis miró a su amigo Fran y le extendió la mano a modo de despedida.

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- Adiós Fran. Gracias por tu amistad.

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Luis salió de la consulta de su amigo directo a su Mercedes. No se quitó ni la bata blanca de médico. Cogió la autopista. Conducía rápido, muy rápido. Vio a lo lejos un trailer que se movía lento, pesado, por la autopista. Aceleró el coche y... El impacto fue brutal. Luis explotó por dentro.

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En su consulta Fran guardaba el resultado de las pruebas en la carpeta de otro enfermo, mientras sacaba del cajón de su mesa los verdaderos resultados de las pruebas de Luis y lo metía en la carpeta con su nombre en la etiqueta. Las pruebas demostraban que Luis tenía una salud de hierro.

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Descolgó el teléfono y llamó a Carmen, la mujer de Luis.

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- Si, cariño, todo a ido muy bien. Si conocemos realmente a tu marido a estas horas ya debe de haberse suicidado contra un camión - explicó - No, no sospechó nada... al contrario, me agradeció mi amistad.

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Al otro lado del teléfono se oyó como una risa se iba tornando en carcajada.

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- Si, Carmen, si. Disfrutaremos ahora de nuestro amor... y del dinero del seguro.

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STEVE

EL PERFUME

Era un día de primeros de septiembre. La brisa que la noche y el mar intentaban llevar a la ciudad no podía con el calor que el verano, en su final, conseguía alcanzar, sudando cuerpos y almas y empapándolos de Mediterraneo.

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Ella venía dispuesta a despedirse. Tenía que elegir y su corazón ya lo había hecho. Diez minutos eternos, un par de besos y una caricia en la mano. Diez minutos bastaron para cerrar la intensidad que llegó a sentir en las largas veladas en la distancia. Palabras susurradas que en diez minutos perdieron su sentido, su magia.

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- Se me olvidaba. Te he traído esto - dijo ella mientras le entregaba un paquete envuelto en plástico de obstinadas y adictivas burbujas de aire.

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El le dio las gracias mientras la veía alejarse con su vestido negro, perdiendo su imagen en la noche. Se quedó un rato contándole al mar su tristeza. Ella se iba... y para siempre.

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Volvió a casa a seguir su vida. Destapó el paquete y comprobó el regalo. Un frasquito de perfume. Un aroma que, desde ese instante, siempre le recordaría a ella, a sus ojos grandes, a su caminar de altos tacones, a su despedida, al mar...

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Pasaron los instantes y se convirtieron en meses. La herida cicatrizaba lentamente. Todos los días abría el armarito del baño y se ponía unas gotas del perfume que ella le regaló. Un año siguió a otro y el seguía usando el perfume... nunca se acababa. Cada vez que las gotas del perfume mojaban su cuello, él recordaba su mirada, su voz, su vestido negro...

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Un día el destino les deparó la sorpresa de volverse a ver. Se miraron en silencio y ella le dijo con una sonrisa en los labios...

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- Veo que aún usas el perfume que te regalé.

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- Es extraño - le dijo él - es la misma botella. Desde que te fuiste la uso, y no se acaba nunca.

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- ¿Y eso te extraña? El perfume que has estado usando todos los días está hecho con el amor que un día sentí por ti, con el cariño que te tuve, con los besos y las palabras que te dediqué, con la amistad que un día tuvimos. Mientras guarde todo esto en mi corazón, el perfume no se acabará nunca. Mientras tu lo uses y me recuerdes, la botella estará siempre llena.

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Todos los días abría el armarito del baño y se ponía unas gotas del perfume que ella le regaló. Sonreía y, besando la botella, le daba los buenos días.

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STEVE

LOLIRIS II

LOLIRIS

Si, ya se que soy un pesado... que siempre estoy posteando en el blog... que debéis estar ya hartos/as de mi... pero encontré este bolero en el blog de Fabi y hoy, precisamente hoy, creo que algo se me ha quebrado dentro... muy dentro.

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No preocuparos. Voy a estar dos o tres días sin molestar a nadie con mis tonterías. Como dijo una bloguera amiga, estaré de "Inventario"... recapacitando, masticando, divagando. Necesito pensar en la vida que llevo, en la que quiero llevar y en la que, con toda probabilidad, llevaré.

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Vamos, que no me encuentro especialmente bien y lo único que se me puede ocurrir ahora son tonterías, así que mejor aparcar y esperar que pase la caravana.

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Un abrazo a todos y un beso a todas

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STEVE

PROTESIA 27

Dalí. Tapices. eFeSerrano

Si miras bien mi rostro veras
el paso de los años trazando
surcos, blanqueando ilusiones,
hundiendo esperanzas y deseos
en la profundidad de las estrellas.

No puedo evitar no ser lo que no soy
y la vida no sabe ya como darme
otra oportunidad. Ignoro como era
todo antes de que llegara pero
seguro que no era mejor. Lo mismo,
siempre lo mismo. Igual, remoto,
absurdo. No puedo alejarme
ni puedo verte, no puedo herirte
ni ayudarte, no soy, al fin, nada.

Y es un dolor fuerte y tranquilo,
resignado, como arrodillándose.
Pero no digas que lo sientes.
Jamás pidas perdón por amar
o por no amar. Yo me siento
orgullosos de lo que siento; feliz
con lo que me llevo; triste
por lo que no supe darte; afligido
por perderte así; emocionado
tontamente cuando te veo caminar,
moviéndote como un sueño...
alejándote, siempre alejándote,
para siempre.


STEVE
protesía nº 27

LA HUELGA

He oído en las noticias que la huelga de transportes sigue. Dicen que ya empiezan a escasear los productos de primera necesidad, los básicos... ¿Y ahora que vamos a hacer? me pregunto si podremos vivir si empieza a escasear la ternura, o el amor, o la amistad.

¿Pararan los piquetes tu cariño? ¿No podrá llegar hasta mi la dulzura de tus besos o el calor de tus caricias? ¿Hasta cuando durará la escasez de tus miradas? ¿Podrán detener los piquetes, parapetados en cualquier carretera, la llegada de tu aliento o de tu sonrisa?

Intentan convencernos que la huelga sólo afecta a los productos perecederos... ¿Pero acaso el amor no lo es? ¿No son perecederos los besos? ¿No llevan fecha de caducidad el deseo, la poesía, mis manos....?

Hasta la propia vida es perecedera...

Empiezo a estar preocupado. Empiezo a echarte tanto de menos... ¿Como hacer acopio de ti? ¿Cómo acapararte? ¿Cómo consumirte? ¿Cómo no sentirte tan lejos, tan ausente?

Que acabe pronto o nos llenaremos de tristeza para siempre

STEVE

BLOGER'S

Me estoy volviendo loco con este mundo de los bloger’s. Las sensaciones, las emociones, surgen, mueren, vuelven, arrasan, embelesan…

No se que decir ante el arte, la belleza, las palabras llenas de magia de algunos escritores/as maravillosos y verdaderos; sin embargo se me escapa a chorros la palabra ante la ternura, la calidez, la sensualidad de otros/as.

Me alegro, me felicito por la recuperación de un familiar; me apeno por la muerte de otro cinco minutos mas tarde.

Mientras mi corazón tiembla con el amor de uno/a, me desespero con el desamor de otro/as.

Disfruto de la pasión, la frescura, la sensualidad de algunos/as; veo gente arrugada por la vida.

Algunos se cierran a los demás, tienes que ser invitado. Otros tienen miedo de ser atacados… otros atacan.

Veo auténticos guerreros de la vida; veo supervivientes; olvidados; deseados; atados; malheridos

Leo corazones en carne viva; escucho a consejeros del latido; miro cuerpos, brazos, bocas, piernas… y algún que otro ombligo.

Siento la amistad, la solidaridad, el sentimiento en estado puro, la mano tendida, la vela encendida, el calor, los ojos… Las torturas de las almas, la ingenuidad, la inocencia perdida, el destino, el desatino.

Desearía que el mundo se encogiera, se convirtiera en pequeño, diminuto, para poder tomar café, charlar reposadamente, con cada uno de vosotros/as… Conoceros, veros sonreír, tocaros, no veros más con los ojos de los sueños.

Quiero deciros que he aprendido tanto de vosotros… que he aprendido a quereros tanto sin saber siquiera como suenan vuestras voces.

Que me alegro de haberos conocido.

STEVE

1974

ME IRÉ

Quizás por no hacerte caso,

quizás por molestar,

o por defender

mi honor de hombre,

o por estar equivocado

o enamorado

(quien sabe la vida

dónde te lleva...),

me iré

bajando la mirada

al infinito,

para no ver el color

de tus lágrimas.

Un te quiero se me escapa

cuando ya no me oyes

STEVE

ATREVETE

Y LUEGO DICEN QUE LA PUBLICIDAD NO ENSEÑA NADA

PROMESA

Te estremeces al roce de mis dedos
Tu boca se abre y tiembla,
tu respiración se agita,
se humedecen tus sueños,
tus palabras se entrecortan,
tus suspiros avanzan empujando pasiones,
se entrelazan tus piernas a mi cuerpo,
tus manos aprietan mi cabeza.

Sube y baja tu pecho en un baile mágico,
hechizando para siempre mis pupilas.
Se que esperas un “te quiero”,
un detalle, la ternura.

No se, no puedo,
no quiero…
Dejé tantos “te quieros”
muertos por el camino…

Tal vez sangren las heridas,
tal vez me duela la vida,
las batallas perdidas,
la falta de poesía.

Esta es mi promesa:
te amaré mientras pueda acariciar
tu corazón con mis dedos.


STEVE

ADIOS

Quiero compartir con todos vosotros esta hermosa canción.

Dedicada a todos los que se fueron un dia de nuestras vidas de una u otra manera.

STEVE