Se sientan en el Sofá

martes, 13 de noviembre de 2007

TIO ALBERTO

Ella me miro desde lo profundo de sus ojos. Se acercaba y mis piernas flaqueaban.

- "Te conozco de cuando pinchabas música en El T___"

- "Pero si lo dejé hace cuatro o cinco años.... Tu serias una cría...."

Rió de buena gana lo que ella creía un chiste y que yo había dejado caer totalmente en serio. Y la noche comenzó a girar hacia tonos malvas, viró a Levante y decidimos naufragar el uno en la desierta isla del otro. Su procesión de dedos en mi espalda sacó la pasión, manchó sabanas....

- "Siempre me gustaste... No te imaginas el atractivo que tienes...."

Ya está; cámara oculta... Esto iba a ser una jodida broma de cámara oculta... ¿Yo atractivo? Pero no; nadie con un ramo de flores gritando "Inocente, inocente". Ni se encendieron las luces ni se llenó la habitación de gente riendo con la broma... Ella, ella y su cuerpo seguían entre mis brazos, enlazados los dos a mi por la fuerza de sus piernas. La miré fijamente, acaricié su cara, recogí su pelo tras la oreja y, echándome a su lado, pensé en la bonita mañana de Domingo que me esperaba levantándome de su cama a comprar churros y chocolate para que ella desayunara mientras yo corría al trabajo tarareando aquella canción de Serrat que dice... "que suerte tienes cochino, que en el final del camino te espero la sombra fresca de una piel dulce de veinte años, donde olvidar los desengaños de diez lustros de amor, Tío Alberto"

2 comentarios:

Gaby Gaby dijo...

Las recompensas del amor son siempre bienvenidas... no importan los clichés, no importa lo inusual que parezca, sencillamente es un regalo y hay que disfrutarlo!!!
Saludos,
Muchas gracias por tu visita!!!

Anónimo dijo...

A veces la vida te da unas maravillosas sorpresas y te regala momentos increíbles :)

Besos