- ¡Hola, chaval! – oyó después de terminar el estallido de luz que le había tanto asustado.
Miró lentamente, de arriba a abajo, al individuo, un niño de pocos años, que le sonreía maliciosamente.
- ¿Hola? ¿Y quien diablos eres tú?
- Pues mira. Has acertado. El Diablo soy.
Su cara reflejaba la sorpresa que recibió ante la revelación del personaje que tenía delante. La sorpresa y la mas terrible de las decepciones…
- Así que el Diablo… ¡Vaya! ¿Y Dios?, ¿dónde está Dios?
- Y yo que se… Estará atareado recibiendo a las buenas Almas. A mi me han mandado un burofax que decía: “Doce treinta y tres. Hospital Morales Meseguer”. Y aquí estoy, sólo por ti, sólo para ti, chaval.
- Deja de llamarme chaval, ¿quieres? Ya tengo una edad, ¿sabes? Además. Aquí debe de haber una equivocación… No es posible ni que tú seas el Diablo ni que hayas venido a por mí. No tengo pecados, digamos… de importancia para que tenga que pasar la eternidad soportándote.
- ¿Soportarme a mi? Ojala fuera ese tu principal problema los próximos miles de años… El tormento será atroz. ¿Acaso no has oído eso del crujir de dientes y esas cosas de los libros?
La conversación se estaba tornando tediosa y decidió cortar por lo sano. Comenzó a caminar en sentido opuesto a dónde se encontraba el presunto Diablo y ya vería que pasaba. De pronto se oyó una voz de adulto, de mujer, que chillaba a lo lejos:
- ¡Paquitooooo! ¡Deja de jugar en el despacho de papá y ven a comer! ¡Si te ve jugando con los papeles de su novela, te mata hijo! Anda, ven y no toques nada…..
¿Novela? ¿Era su vida tan sólo una novela y él el personaje de ella? A lo mejor ni siquiera fuera el protagonista de su propia vida. ¿Sería un personaje principal o secundario? ¿Todo lo bueno y lo malo en su vida era obra del padre novelista de aquel aborrecible “chaval”? ¿Qué tendría pensado para él a partir de ese momento? ¿Era el autor de la novela Dios? ¿O quizás sólo era "su dios", "su creador"?
Se despertó poco a poco. Una enfermera cambiaba una botella del portasueros. Vio como el líquido comenzaba a gotear hasta su vena. La miró con curiosidad. Ella se dio cuenta de que había abierto los ojos.
- ¡Hola, Chaval! ¡Despertaste! Menudo susto nos has dado. Cinco días en UCI “durmiendo” son muchos días. Iré a avisar al doctor… y a tu familia. Están tan preocupados. Han venido todos los días a verte.
Se alejó contoneando la bata y dejándolo mareado con su conversación.
Miró lentamente, de arriba a abajo, al individuo, un niño de pocos años, que le sonreía maliciosamente.
- ¿Hola? ¿Y quien diablos eres tú?
- Pues mira. Has acertado. El Diablo soy.
Su cara reflejaba la sorpresa que recibió ante la revelación del personaje que tenía delante. La sorpresa y la mas terrible de las decepciones…
- Así que el Diablo… ¡Vaya! ¿Y Dios?, ¿dónde está Dios?
- Y yo que se… Estará atareado recibiendo a las buenas Almas. A mi me han mandado un burofax que decía: “Doce treinta y tres. Hospital Morales Meseguer”. Y aquí estoy, sólo por ti, sólo para ti, chaval.
- Deja de llamarme chaval, ¿quieres? Ya tengo una edad, ¿sabes? Además. Aquí debe de haber una equivocación… No es posible ni que tú seas el Diablo ni que hayas venido a por mí. No tengo pecados, digamos… de importancia para que tenga que pasar la eternidad soportándote.
- ¿Soportarme a mi? Ojala fuera ese tu principal problema los próximos miles de años… El tormento será atroz. ¿Acaso no has oído eso del crujir de dientes y esas cosas de los libros?
La conversación se estaba tornando tediosa y decidió cortar por lo sano. Comenzó a caminar en sentido opuesto a dónde se encontraba el presunto Diablo y ya vería que pasaba. De pronto se oyó una voz de adulto, de mujer, que chillaba a lo lejos:
- ¡Paquitooooo! ¡Deja de jugar en el despacho de papá y ven a comer! ¡Si te ve jugando con los papeles de su novela, te mata hijo! Anda, ven y no toques nada…..
¿Novela? ¿Era su vida tan sólo una novela y él el personaje de ella? A lo mejor ni siquiera fuera el protagonista de su propia vida. ¿Sería un personaje principal o secundario? ¿Todo lo bueno y lo malo en su vida era obra del padre novelista de aquel aborrecible “chaval”? ¿Qué tendría pensado para él a partir de ese momento? ¿Era el autor de la novela Dios? ¿O quizás sólo era "su dios", "su creador"?
Se despertó poco a poco. Una enfermera cambiaba una botella del portasueros. Vio como el líquido comenzaba a gotear hasta su vena. La miró con curiosidad. Ella se dio cuenta de que había abierto los ojos.
- ¡Hola, Chaval! ¡Despertaste! Menudo susto nos has dado. Cinco días en UCI “durmiendo” son muchos días. Iré a avisar al doctor… y a tu familia. Están tan preocupados. Han venido todos los días a verte.
Se alejó contoneando la bata y dejándolo mareado con su conversación.
- ¿Chaval? Que ya tengo una edad….
STEVE
* Basado en un hecho real y personal
8 comentarios:
uff.. q mal rollo!
A pesar de no creer en ello la idea de que se aparezca un niño diciendo que es el diablo da miedito!!
Menuda confusión... esa de no saber si fué un sueño o no!
MUACK
Vaya...con ese nombre de Hospital me puedo hacer una idea de donde eres..
Sueño o no...no quiero encontrarme con el diablo.
Un besito y una estrella.
Mar
jajajajajajajaja.
Wow.
Gnial
Ya te extrañaba por mi blogg.
Unbeso grande y que tengas excelente semana.
ciao
Ana
Dios opta por el silencio... y el Diablo tiene demasiada verborrea... no puede ser el tormento del infierno peor que estas vidas que nos envuelven
me alegro del despertar final :)
me ha encantado tu texto
un abrazo
No imagino que me sucediera algo similar, pero la verdad es que me has dejado desdel principio con la intriga de saber el final...y las últimas palabras me han dejado...
En fin espero que no te digan chaval...
Besos
Vaya, si te pasí a ti, seguro que lo primero que miraste al despertar fue el escote de la enfermera. Eso resucita a un muerto.
Saludos
fantastico........exelente...aparte eso chaval....es un nombre? o un apodo o algo..eso me dejo un poco confusa.... y bueno soy media cretina...asi que coincido con CORPI....
BESOS DULCE SER DEL MAS ALA!!
:o
¿Hecho real y personal? Ahora me quedo doblemente intrigada... chaval :)
Besos
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