Se sientan en el Sofá

jueves, 15 de enero de 2009

CLARENCE


Clarence estaba muy enfadado. Pero sobre todo estaba harto, muy harto. Le había tocado una persona torpe en exceso y eso le atacaba los nervios. Si, Jorge era un torpe, todo lo hacía mal. Era descuidado y torpe en su trabajo. Torpe en sus relaciones con los demás. Torpe en el amor. Torpe en la vida. Y él ya no podía, no quería, hacer nada. No creía poder ayudarlo más. Quería liberarse de su obligación, de la torpeza.

- Ahora mismo me voy a ver al Jefe y se lo explico. - dijo - Ya no puedo más.

Clarence lo intentaba todos los días pero Jorge no se enteraba, no ponía interés alguno en cambiar, convirtiendo en infructuoso su buen hacer, sus buenos consejos. Si que era verdad que Jorge era una buena persona. Que era generoso. Que era cariñoso, tierno, paciente y sabía escuchar... Y de vez en cuando era hasta gracioso con sus ironías, de mente despierta, de ingenio agudo...

Se encontró de pronto a las puertas del despacho de Dios y a éste que salía.

- Hola Clarence! Qué tal todo? - le dijo Dios con un fuerte apretón de manos - Quería verte. Quería decirte que estoy muy contento y muy orgulloso de ti. Estas haciendo una hermosa labor como Ángel de la Guarda con tu humano.

- Gracias jefe. Hago lo que puedo.

- De eso se trata, Clarence, de eso se trata...

STEVE

6 comentarios:

eclipse de luna dijo...

Como la vida misma verdad???
Que ironico..
Un besito y una estrella.
Mar

LUCIA-M dijo...

Vaya… vaya…. Conozco yo unos cuantos Clarence,
Si es que no puede ser…. Yo soy como el pobre Jorge,
Pero más torpe…. vamos que me dejo sola
mi Angel.
Besosssss.

MAG dijo...

Vaya Steve, que buen tirón de orejas, me gusta la manera en que tus escritos coinciden con mi vida.

Y a mi angel de la guarda, Gracias por tanta paciencia.

Un abrazo a los dos
MAG

Anónimo dijo...

Una historia muy, pero que muy humana. Casi todos (por no decir todos) nos identificariamos con ella.
Como dicen por mi tierra
¡¡¡como nos sacudimos el muerto!!!

me encantó como la has plasmado.

un abrazo.

Mar y ella dijo...

Buenisimo relato ,que seguro has tomado de un episodio de esta,nuestra vida real......
Lindoooooo gracias por echarme de menos,sabe bién el saberlo....andaba un poco muda jejej....pero ya se me paso....(Cosas,sólo cosas que a veces se enmarañan)..
Un abrazo..

Mariella

Anónimo dijo...

El simple hecho de intentar proteger y llevar por el buen camino a alguien ya es para enorgullecerse.
El conseguirlo ya es más difícil porque siempre se tienden a ir por
el camino contrario al indicado.
Nuestros Angeles de la Guarda tienen bien merecida la gloria en la que viven porque su paciencia con nosotros es digna de admiración.

T.Q