Relato de Febrero de 2008
Vaya... Ya los oigo... Ya están aquí. Tu Sonrisa estrena caballo, ¿no?. Tu Inteligencia con la yegua fuerte y veloz a la que me cuesta tanto fintar. Tu Belleza siempre la primera y tras ella tu Mirada compitiendo con ella. No encuentro una madriguera, un rincón dónde esconderme de tus jinetes, de tus cazadores de corazones.
Y ladrando, la jauría de tus besos que olfatean la presa con paciencia, con constancia, con intuición... asustándome, haciéndome retroceder a los oscuros agujeros en los que, sin éxito, intento esconderme. Corro y corro, exponiéndome, a campo abierto. Siento el aliento de tus suspiros ya en mi nuca, erizando el pelaje, calentando mi sangre. Se, noto, que me están acorralando, que no tardaré en ser cazado.
Tu Hechizo casi lo consigue, ha estado cerca, muy cerca... falló por poco el disparo. Pero de pronto veo cabalgar tras de mi a tu Amor, con esa fe que sólo él puede tener en conseguir la presa. Salta un seto con holgura y, cayendo, casi sin ángulo, descarga sobre mi lomo una perdigonada de caricias que me dan de lleno.
Caigo, no puedo correr. Noto como lentamente me desangro, como mis fuerzas se agotan, como mi resistencia es inútil, como mi vida se acaba. Y tus Manos descabalgan y me cojen, desuellan mi piel herida de caricias y entregan el trofeo al cazador, al triunfador de esta caza del zorro, a tu Amor
Steve
Y ladrando, la jauría de tus besos que olfatean la presa con paciencia, con constancia, con intuición... asustándome, haciéndome retroceder a los oscuros agujeros en los que, sin éxito, intento esconderme. Corro y corro, exponiéndome, a campo abierto. Siento el aliento de tus suspiros ya en mi nuca, erizando el pelaje, calentando mi sangre. Se, noto, que me están acorralando, que no tardaré en ser cazado.
Tu Hechizo casi lo consigue, ha estado cerca, muy cerca... falló por poco el disparo. Pero de pronto veo cabalgar tras de mi a tu Amor, con esa fe que sólo él puede tener en conseguir la presa. Salta un seto con holgura y, cayendo, casi sin ángulo, descarga sobre mi lomo una perdigonada de caricias que me dan de lleno.
Caigo, no puedo correr. Noto como lentamente me desangro, como mis fuerzas se agotan, como mi resistencia es inútil, como mi vida se acaba. Y tus Manos descabalgan y me cojen, desuellan mi piel herida de caricias y entregan el trofeo al cazador, al triunfador de esta caza del zorro, a tu Amor
Steve
11 comentarios:
Afortunadamente creo que lo han prohibido.
Agur un saludo.
Original forma de reflejar una situación tan eterna y humana, el enamoramiento.... al final te cazó.... un beso
Cazador cazado....jijiji
clap clap clap...
Mariella
Muy buenas metáforas. Me ha encatado.
El amor es una presa a veces dificil de capturar.
Un abrazo
Nadie puede librarse de ese gran cazador que es el amor.
No hay refujio seguro, siempre termina por darnos caza.
Muy buen texto, muy bueno.
Mil besos
Si es que es inútil huir del amor, por más que queramos evadirnos, siempre nos alcanza.
Me ha encantado, eres genial.
Un beso enorme
Cazar sin casarse
enamorar
atrapar
lo que uno siente en el intento de enamorarse...
Bello texto con sabor carnal.
besos
desde un dia helado
sin sol en Miami
Cazar sin casarse
enamorar
atrapar
lo que uno siente en el intento de enamorarse...
Bello texto con sabor carnal.
besos
desde un dia helado
sin sol en Miami
El cortejo se asimila a cazador a presa como tú lo has citado.
:-) Me han gustado las metáforas.
Tú le llamaste zorro, yo en una ocasión utilicé al lobo :-)
Un besito.
Casar un zorro no debe ser nada fácil!
Dije casar???? ahhh era cazar jajajaj
;)
de todos modos no sé cual de las dos es mas difícil!
Muy bueno y original!
=) HUMO
Que rico dejarse cazar por el amor...
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