Un pequeño Ayuntamiento convocó un premio pequeño de relato corto y ha tenido a bien premiarme por este que publique en este blog hace 2 años. La dotación económica es pequeña, muy pequeña, pero los tres premiados hemos decidido donar la cuantía de los premios para intentar aliviar un poquito lo del terremoto de Haití. Que todo el mundo siga donando, por favor, por pequeña que sea la cantidad, Es importante no olvidar.
DIOS
Las horas tediosas de trabajo en el centro comercial llegaban a su fin. Pese a ser fin de semana no parecía haber mucho movimiento, incluso las terrazas y los cines parecían vacíos. Ya quedaban pocos fines de semana de playa y la gente aprovechaba para tirarse como lagartos al sol para absorver los últimos rayos.
- Mejor -pensé- así me puedo ir a casa antes.
Los vi cerca del burguer medio peleando y entre risas. Una niña de unos siete años y un niño un poco mayor. Él intentaba, sin éxito, subirle la faldita para cabrearla. Entre aburrido y divertido me detuve a ver la escena.
- Estate quieto - decía ella mientras le apartaba la mano - Eso no se hace.
- ¿Noooo? ¿Porqué? - preguntó el niño, hombre al fin y al cabo.
- Por que es pecado
- ¡Me da igual!
- Pues Dios te mandará al infierno - soltó ella con todo el acento de marimandona que pudo dar a su voz.
- ¡Dios no existe! - soltó de pronto el chaval sorprendiéndome.
- ¡Si que existe!
- ¡No existe, tonta! ¡Son los padres!
Años, siglos, milenios de Filosofía, de Teosofía, de Teología, y este chaval había encontrado, él sólo, la respuesta
Cosas de la vida. Cosas de la edad.
STEVE
1 comentario:
Enhorabuena por tu premio.
Y vendran muchos más seguro.
Sigue escribiendo porque es un gusto leerte.
Mil besos
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