Tú das vueltas a un anillo en tu dedo,
yo me dejo rodar cuesta abajo por tus caderas,
alejándome, volando
de la melancolía a ninguna parte,
de la melancolía a ninguna parte,
contando los besos perdidos
por no saber decir que siento.
por no saber decir que siento.
No imagino un espejo sin tu imagen,
una cama sin tu calor, un despertar con tu ausencia.
Pero nunca fui aficionado
a bajar la cabeza, derrotado,
a bajar la cabeza, derrotado,
por una sonrisa de mujer, ni por cien besos.
Desordenado también en el amor,
tiemblo aún por tu mirada;
tiemblo aún por tu mirada;
y vivo en una acera, con mi corazón abandonado
desde que bajé del tren enloquecido de tus caricias.
No me queda ya más que mi prpopia sombra
para poder ser, algún dia, yo mismo
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Steve
6 comentarios:
Steve, hace un buen par de años éste fragmento de Buesa me llegaba al alma:
Se deja de querer, y es como un libro
que, aún abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel
Hoy al leerte no te puedo explicar lo que sentí.
Beso
Steve, te dejo besos y no dudo que volveras a ser tu mismo....
Vaya, que triste, a uno se le encoge el corazón leyéndote.
Quizá por ver la nube negra sobre mi cabeza, anunciadora de lo que está por venir.
Un besazo enorme
Steve, somos atrevidos y tímidos, osados y temerosos, abiertos y callados, amantes y amados... siempre ser uno mismo, como intentamos todos, poblados nuestros días de luces y de sombras e incluso de oscuridades... y así debemos aceptarnos
besos
¿¿¿Por qué será que me suena esta historia???
Una relación que termina, quedamos con el corazón abandonado, hasta volver a ser nosotros mismos.
Lo describís muy bien...
Un beso
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