No hace falta, amor, que te quedes a presenciar mi ocaso, mi exterminio, mi fin. La vida genera vida por si sola sin el consentimiento de nada ni de nadie, salvo de si misma. Pero la felicidad necesita enraizarse, apoyarse en otras virtudes para ser duradera y a ser posible infinita, ya que la eternidad le fue vedada por los dioses.
Tú necesitas de esa felicidad para renacer, para enfrentarte a ti misma y a la vida. Llegó tu hora, no lo dudes; la hora de pedir, de dejarse llevar mecida en los brazos de un amor tan apasionado como atento. Llegó la hora de la utopía tantas veces esperada. No puedes confundir, no debes, compañía con perfección. Has luchado mucho tantos años para conformarte sólo conmigo.
No necesitas cuidar a nadie más. Ahora es el momento de sentirte cuidada, sentir la caricia en tu corazón a cada momento, en cada instante. Rebela tu alma al mundo y el mundo te reconocerá la deuda que ha contraído contigo.
Yo, por mi parte, seguiré tomando vitaminas, centrifugando sentimientos, subiendo la tensión. Pero sólo debo ser para ti unos ojos dónde reír y un hombro para llorar. Es lo máximo que puedo dar. Mi cuerpo llegó a la extenuación, se muere, y mi corazón no resistiría verte envejecida a mi lado. Sigue con tu juventud de espíritu, jugueteando, reptando por cuerpos que te puedan gozar, que puedas gozar.
Tan solo espero que, cualquier día, a cualquier hora, al cerrar los ojos, recuerdes que te amé… tanto.
STEVE
Tú necesitas de esa felicidad para renacer, para enfrentarte a ti misma y a la vida. Llegó tu hora, no lo dudes; la hora de pedir, de dejarse llevar mecida en los brazos de un amor tan apasionado como atento. Llegó la hora de la utopía tantas veces esperada. No puedes confundir, no debes, compañía con perfección. Has luchado mucho tantos años para conformarte sólo conmigo.
No necesitas cuidar a nadie más. Ahora es el momento de sentirte cuidada, sentir la caricia en tu corazón a cada momento, en cada instante. Rebela tu alma al mundo y el mundo te reconocerá la deuda que ha contraído contigo.
Yo, por mi parte, seguiré tomando vitaminas, centrifugando sentimientos, subiendo la tensión. Pero sólo debo ser para ti unos ojos dónde reír y un hombro para llorar. Es lo máximo que puedo dar. Mi cuerpo llegó a la extenuación, se muere, y mi corazón no resistiría verte envejecida a mi lado. Sigue con tu juventud de espíritu, jugueteando, reptando por cuerpos que te puedan gozar, que puedas gozar.
Tan solo espero que, cualquier día, a cualquier hora, al cerrar los ojos, recuerdes que te amé… tanto.
STEVE
6 comentarios:
Siempre me sorprende esta capacidad tuya para expresar las emociones y sentimientos.
Aparte de emocionarme....estoy celosa.
MP.
Seguro no le quedarán dudas STEVE, seguro que no.
Pregunto: ¿Acaso todos los hombres dulces y deliciosamente sencibles están a otro lado del océano? De ser así, no tendré opción alguna, que la de partir!!
Besos STEVE
Sil
Siempre odié tener que escribir estas cartas de despedida... la tuya me ha recordado tantas tristezas...
Besos
Eso dicen que es el amor... dejar que el otro sea feliz aunque no sea a tu lado!! Ojalá y tu esfuerzo valga la pena y la encuentre!!! y por supuesto, tu obtengas tu recompensa por ello.
Un beso
No me asustes querido amigo. Recuerdo otra carta de un agosto ya muy, muy lejano y s� que tu coraz�n se est� maltratando desde un tiempo intolerable.
PILAR. Tu que me lees con ojos lindos, eso es todo
SIL.* No se. conozco yo un argentino, mi amigo Five, que de dulzura y sensibilidad sabe un rato mas que yo... Pero si quieres venir, ya estas tardando. Te recibiremos con los brazos abiertos (para luego cerrarlos y que no te escapes, jejeje)
Gracias por tus bonitas palabras (como siempre)
Un beso.
NANNY. Vaya, como lo siento. Lo último que yo hubiera querido era eso: entristecerte. Perdóname y prometo ponerme al dia (es que escribis mas rápido que yo puedo leer...)
Un beso
GABY. Si, eso dicen, pero dueeeleee.
CARMEN?. Si eres quien yo creo, ya estar tardando en escribir, llamar o lo que sea... Te echo de menos
Un beso
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