No llores, ni te aflijas,
ni pases noches sin dormir.
No estés triste, callada,
ni pienses nunca más en mi.
Estaré bien, por fin tranquilo,
por fin sonriente, casi feliz.
Y llegará el día que te extrañe
no extrañarme; amanecer sin sentir
la culpabilidad asfixiante
de no haberme aprovechado.
Ese día (ese día y todos),
volveré a estar contigo
caminando a tu lado en tu destino,
como siempre soñé, como nunca logré.
No temas, no receles, en silencio,
como siempre, sin medida te amaré.
STEVE
2 comentarios:
hermosas palabras!
:)
saludos
Si, realmente hermosas.
Palabras de un corazón que ha estado realmante enamorado.
Un saludo.
Gala
Publicar un comentario