Está la noche llena y tu
no has venido a mi piel ni por un instante.
No es tiempo ya de ternuras
que se me desparraman inútilmente.
Vas y vienes y yo no me cruzo
por miedo a la sangre encendida de tu voz.
Está la noche llena y yo
no te pido nada para que no me hieras,
no me digo nada para no pensarme.
He perdido mis sueños y sé
que no puedo recuperarlos contigo.
Tu me has sido enviada
para enfrentarme a la vida que me aprieta,
liberándome de los cuerpos y las almas
que me atormentaron durante siglos.
Está la noche llena y yo
tan sólo se que escribo y, a mi pesar,
evoco revoloteos de mariposas que fueron bellas,
músicas lejanas que fueron lentas,
vaivenes dulces de un mar que fue mio,
aromas de jazmines que fueron nuestros.
Pero no tuve nunca mío nada de ti;
puede que alguna sonrisa,
alguna mirada o quizá un estremecimiento.
Pero está la noche llena de ti y yo
no he querido evitarlo
para tenerte un rato mas aquí dentro,
antes de que te me caigas
de entre los dedos y recomiences
tu futuro lejos, muy lejos.
Entonces la noche seguirá llena de ti
y la lluvia mojará mi pelo. Entonces
llévame siempre, aunque sea en esa vieja rosa
que con sus espinas pinchó una noche tu corazón
y, tal vez, te la llenó enteramente de mi.
STEVE
no has venido a mi piel ni por un instante.
No es tiempo ya de ternuras
que se me desparraman inútilmente.
Vas y vienes y yo no me cruzo
por miedo a la sangre encendida de tu voz.
Está la noche llena y yo
no te pido nada para que no me hieras,
no me digo nada para no pensarme.
He perdido mis sueños y sé
que no puedo recuperarlos contigo.
Tu me has sido enviada
para enfrentarme a la vida que me aprieta,
liberándome de los cuerpos y las almas
que me atormentaron durante siglos.
Está la noche llena y yo
tan sólo se que escribo y, a mi pesar,
evoco revoloteos de mariposas que fueron bellas,
músicas lejanas que fueron lentas,
vaivenes dulces de un mar que fue mio,
aromas de jazmines que fueron nuestros.
Pero no tuve nunca mío nada de ti;
puede que alguna sonrisa,
alguna mirada o quizá un estremecimiento.
Pero está la noche llena de ti y yo
no he querido evitarlo
para tenerte un rato mas aquí dentro,
antes de que te me caigas
de entre los dedos y recomiences
tu futuro lejos, muy lejos.
Entonces la noche seguirá llena de ti
y la lluvia mojará mi pelo. Entonces
llévame siempre, aunque sea en esa vieja rosa
que con sus espinas pinchó una noche tu corazón
y, tal vez, te la llenó enteramente de mi.
STEVE
3 comentarios:
Aprieta bien los dedos, no dejes ni el más minimo resquicio,no la dejes caer, ella quiere seguir sintiedo el calor y las caricias de esa mano.
Un beso
Es... hermoso, no puedo comentar nada más.
Besos
Oye!!!!!!!!!
Me encontré en tus líneas...
Gracias
Un beso
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