Se sientan en el Sofá

martes, 22 de abril de 2008

MI PRIMER PREMIO

Pues mira... me han dado un premio... mi primer premio. Nunca creí que dijera esto de un premio de los que se dan por aquí, pero he de reconocer que me ha emocionado (y yo que pensaba que... bueno ya sabeis, esto de los premios es tan subjetivo que la validez es cuestionable, pero la verdad es que me ha emocionado).
Llevo muy poco en el mundo de los blog y mi mayor premio es ver como crece mes a mes el nº de personas que me leen, que me comentan, que pierden su tiempo tomando en serio a un loco como yo.


Gracias a http://vistodesdemimundo.blogspot.com/ por su mal gusto, al creer que soy merecedor de este premio. Y gracias a todos los que creen que pasarse por aquí y leer mis cosas es, cuando menos, "interesante".

STEVE

Con todo mi dolor metido dentro

me he asomado a la ventana.

Allí fuera parecía que no pasaba nada.

Los árboles temblaban levemente

y el río, aunque charlaba, no explicaba.

Las estrellas fulgían sin declararse heridas

y la noche parecía una música callada.

Era mentira. Ya sé. Todo me mentía,

si no serenidad, indiferencia.

Pero el que yo gritara mis pequeñas miserias

ante lo inmenso... ¡mira! ¡Qué vergüenza

creer que mis problemas son cosas medio serias!

No encontraba la paz sino la risa

de un mundo sin sentido y una explosión perpetua.

Gabriel Celaya

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito, es un premio merecido.
Si cada vez tienes mas visitantes por algo será.
Sabes que me gusta lo que escribes y como puedes ver no soy la unica persona a la que le gusta sentarse en tu sofá y disfrutar de tus relatos.
Un beso

Anónimo dijo...

Me encanta Celaya.

(...)Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos. "