hay un olor a lluvia
y a olvido.
Buscó la llave en su bolsillo. Se hizo tarde para llegar a casa. Tenía ganas de hablar y lo hizo casi con vehemencia. Metió la llave en la cerradura y comenzó a hacer ruido con el llavero.
- No hagas tanto ruido - susurró ella . Es muy tarde. Despertaras a los vecinos.
- No sabes la leyenda - afirmó él mientras abría la puerta de la casona para que pasaran dentro y se protegieran de la creciente lluvia. Una luz tenue destelló encojida desde la sala de estar.
-¿Leyenda?¿Que estás hablando? Me parece que bebiste demasiado.
- Dicen que en las casas viejas, las almas de las personas muertas en la casa se reunen cuando no hay nadie al calor de alguna luz encendida o de los restos del hogar para apaciguar el frío que sienten por estar muertos. Por eso hay que dejar siempre aunque sea una pequeña luz encendida, para que se calienten, y hacer mucho ruido al entrar, para que se den cuenta que llegas y no te los encuentres reunidos.
- ¡Anda ya! ¡Bocazas! Tu si que eres un fantasma, chaval...
- Bueno... Yo por si acaso...
Ella tembló de pronto con un escalofrio. Notó como si "algo" pasara através de ella. Empezaba a sentir miedo.
STEVE
3 comentarios:
BUen relato....y por que no le tomastes la mano para que sintiera segura??...
Mariella
Me encanta ese tema....buenisima elección..
Mariella
Joé, tio... ¿Y ahora qué? ¡Qué yo vivo en una casa asiiiiii!!!!!
A pesar de ello me gustó... impactante
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